Alguien comentaba que era un asunto del sistema de enseñanza, que en México no nos educan para valorar el arte y por misma razón no creamos una demanda suficiente para crear una oferta digna de mencionarse.
Y entonces Eduardo, el dueño del restaurante, esposo de la escritora dijo, "no, eso viene de casa"... y estoy completamente de acuerdo.
Yo veía a mi madre dia tras día, noches, tardes, todos los momentos que tenía libres leyendo un libro, prefería dormir menos y leer más, lo cuál es mucho decir, tomando en cuenta que se levantaba a las 4 de la mañana para tener todo listo: regadera, uniformes, desayuno, mochilas, lunch y ella perfectamente peinada, vestida y maquillada para llevarnos a la escuela y estar antes de la hora de entrada ahí. En el día el negocio, clientes, cobros y todo corriendo para encontrarnos en la salida de la escuela, llegar a casa con la comida lista y dedicarnos tiempo para los deberes, enviarnos a dormir y entonces terminar de lavar, planchar, limpiar casa y por fin leer un poquito antes de dormir, pasadas las 12 de la noche.
En mi casa se prohibía so pena de "muerte" ver una telenovela y aunque los gustos "vernáculos" de mi padre en la música y su poquísima afección al arte podrían haber sido obstáculo, ella encontró siempre la manera de presentarnos la música, la pintura, la escultura y un largo etcétera en el haber cultural.
Obviamente les diré que para mi orgullo, tanto mi hermano y yo somos ávidos lectores, y nunca fué por imposición, sólo fué ejemplo, fué lo que vimos y quisimos imitar y terminamos adquiriéndole el gusto.
Nos controlaban la TV, los amigos, las fiestas, las llegadas, la mirada y el aliento.
Mi madre SIEMPRE tuvo tiempo de responder cualquiera de mis preguntas, por tonta que fuera o no importaba con quién estuviera o qué estuviera haciendo, enseñándonos a no interrumpir, pero siempre preguntar educadamente.
Nunca recibí un regaño por romper algo ni un grito por ser "impertinente"... en resumen, tuve una educación de mucha calidad y con mucha cantidad de tiempo.
Cuántas veces escuchamos en esta generación que las parejas que eligieron tener hijos, se empeñan en decir, presumir y poner muy en alto el estandarte de que a sus hijos les dan "calidad" en tiempo y no en cantidad...
aja...
Eso quiere decir que si en lugar de darle 2 horas a la semana de calidad les dieras 5 en cantidad, éstas no tendrían calidad?
Es más preguntémosle a un niño qué quiere? Qué necesita? Cantidad o calidad?
Si bien es cierto nuestra generación es la generación frustrada, porque venimos de una vida en la que era más fácil todo y en casa había abundancia, y traemos esa costumbre, que en la actualidad por mucho que trabajemos no nos da para satisfacer, también es cierto que los humanos se han vuelto muy "cómodos" en cuanto a su desempeño familiar.
Se encontró el pretexto perfecto, "trabajo, tengo que traer dinero a casa", "tenemos que trabajar los dos" y entonces se dejó la educación de cantidad en las niñeras, las abuelas (en el mejor de los casos) o las guarderías (en el peor).
Y entonces prefieren darle calidad a sus hijos, que significa que no los controlan, que no saben quienes son, que no saben qué les gusta, qué hacen, a dónde van, dónde duermen y con quién, si llegan a su casa sobrios o si de plano no llegan, si en lugar de jugar con ellos les compran el último aparato de juegos de video, los dejan ver la TV sin supervisión y ni siquiera saben quienes son sus amiguitos del colegio.
Esa "calidad" que le están dando a sus hijos es la que determinará a futuro la clase de generación que tendremos.
Ahora se pregunta una madre "cómo no me di cuenta que mi hija era drogadicta" - si le doy tiempo de calidad... pues quizá si le dieras tiempo en cantidad te habrías dado cuenta no?
Cómo es que mi hijo no va a la escuela hace meses y no lo supe? misma respuesta no?
Cuando veo por la calle pequeños niños de menos de 10 años, solitos, caminando a la escuela, o yendo a comprar a la tienda las tortillas o la leche, me pregunto, qué está haciendo su mamá? qué está haciendo su papá?
Cuando veo niños de 15 años bebiendo en las discotecas y chicas con minifaldas que parecen cinturones largos, maquilladas, escotadas, con tacones de aguja, fumando y bebiendo y no tienen la mayoría de edad, me pregunto dónde están los papás cuando ellas llegan a casa? no les notan el aliento? o ellos mismos les dieron el auto y dinero para que se fueran y ellos lograran dormir un poco más?
No es que quiera criticar su habilidad como padres, es que gracias a Dios tuve una madre que tuvo que ser padre y madre a la vez, y que tenia que hacer lo de dos, bien hecho y encima dedicarnos tiempo y pudo hacerlo, no creo que los padres de todos nosotros fueran super héroes en lo tocante a habilidades y poderes fuera de este mundo, sólo simplemente tenían en su haber una forma de pensar distinta, sabían que la personalidad de los hijos se determina desde pequeños, sabían que estar ahi, formarlos, disciplinarlos, crearía los hombres y mujeres que somos ahora.
Ante una generación de "ninis"... sería bueno preguntarnos si el tiempo y educación de "calidad" que están dando a sus hijos es la forma correcta de hacer las cosas...
Creo que no...
2 comentarios:
¿Donde empieza o acaba la libertad?
y que es... Porqué en demasiadas ocasiones se excede.
Un saludo.
Ni de calidad, ni en cantidad, se requiere dedicación y entrega, estoy muy de acuerdo con tu planteamiento.
Un abrazo.
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