luna distante

sabes, muchas, muchas veces me encantaría  que estuvieras a tiro de piedra, que pudiera tomar el auto y llegar manejando a donde te encuentres, sentarme junto a tí y decirte hola, tan solo hola... mirarte, y saber que contienes un mundo tan grande entre tus manos que cuando haces tantos malabares para no permitir que todo se desmorone muestras la grandeza de tu espíritu...
me gustaría también poder estar, y abrazarte en esos momentos donde la oscuridad pretende devorarte, donde todo lo incontrolable y doloroso de tu vida amenaza con masticar poco a poco tu espíritu para que al final te rindas pensando que no puedes mas...
me encantaría modificar las cosas y poder regalar salud a tus amados... y el sueño reparador que tanto necesitan tu cuerpo y tu cerebro...
también me gustaría poder transitar contigo por ese mundo de fantasía donde nada es lo que parece ser, divertirme con tus anécdotas de los hombres que caen desfallecidos a tu lado, por una enorme y abrumadora necesidad de tener lo inalcanzable, reirnos juntas de tu club de fans "esposas desesperadas"... gritar un poco de emoción cuando vuelas por la carretera poniendo a prueba - como queriendo comprobar - si puedes decidirlo tu, o si está escrito en el libro de la vida que tu termino no depende de ti...
en fin, me gustarían tantas cosas que segura estoy que para tu suerte vivimos de punta a punta del territorio nacional, porque quizá pasaría a ser parte de la enorme lista de otra persona mas que pretende quitarte un trozo de vida, de tiempo, que te ve como gurú personal, como perro de reserva, como fantasía, como consejera o como cualquiera de las tres millones de cosas que eres y te conforman...
pero la realidad... es que -en toda tu complejidad- a mi me basta con decirte hola -saber que sigues ahi- y sentarme en silencio a tu lado...