no, yo nunca podría ser "la otra"
yo estoy hecha para reinar
eso del underground
y low profile no se me da
fui educada para ser la única, la primera
- sin título de propiedad -
nunca secundaria, nunca la otra
mi trono es hecho a medida
mi cetro imposible de ceder
soy de alto mantenimiento,
complacerme requiere de
mucho esfuerzo físico y mental
karmas a parte,
NO es un asunto de moral exacerbada
simplemente ... soy demasiado territorial.
Yo creo que para ser "la otra" en la vida de un hombre con un contrato matrimonial que no va a dejar (donde no leyó en letra chiquita que la lealtad era parte importante), se requieren muchas cosas, entre ellas no tenerse mucho respeto, creo yo, o no quererse mucho tampoco, seguro habrá las hedonistas y las que le huyen al compromiso, pero mientras más lo pienso, fácil no ha de ser, o hay que tener mucha sangre fría o yo que sé... también está la variante dinero... dicen por ahi que les va mejor a muchas "otras" que a la "mera mera"... yo, tengo mis dudas, imagino que hasta cierto punto será cómodo eso de no tener una responsabilidad con él, que lo ves en su mejor momento y que seguro contigo no discutirá de dinero, el colegio de los niños o la reparación de la casa, pero... igual eso te lo consigues con un soltero y es más divertido, y tiene menos equipaje encima y no te tienes que esconder, en nuestro mundo "moderno" donde el "free" es lo de hoy...
Por otro lado yo soy muy demandante, de por si un soltero aveces "no le alcanza" - el tiempo, el seso - creo que un hombre casado al final le cansaría el ritmo...
Eso digo yo... pero no vaya a ser que por andar abriendo la boca, termine tragandome mis palabritass, con eso de que a la vida le divierte escupirnos a la cara cuando usamos los "nuncas" y los "siempres" y terminamos equivocándonos...
2 comentarios:
Si, eso le gusta a la vida sin duda.
Saludos Jackie, hoy por fin pude darme una vuelta por tu excelente blog. Me gusta.
Un abrazo
JP
JP: tanto tiempo! que bueno que aunque no muy a menudo, recuerdes pasar de vez en cuando y comentar. Un beso
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